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6 de enero de 2011

Plaguicidas y su Contexto Ambiental, Agrícola y Social. Parte 1 Definiciones.

Los Plaguicidas, también denominados pesticidas, según la FAO corresponden a “Cualquier sustancia o mezcla de sustancias, destinada a prevenir, destruir o controlar cualquier plaga, incluyendo los vectores de enfermedades humanas o de los animales, las especies de plantas o animales indeseables que causan perjuicio o que interfieren de cualquier otra forma en la producción, elaboración, almacenamiento, transporte, o comercialización de alimentos, productos agrícolas, madera o productos de madera o alimentos para animales, o que pueden administrarse a los animales para combatir insectos, arácnidos u otras plagas en o sobre sus cuerpos. Incluye las sustancias destinadas a utilizarse como reguladoras del crecimiento en las plantas, defoliantes, desecantes, agentes para reducir la densidad de fruta o agentes para evitar la caída prematura de fruta y las sustancias aplicadas a los cultivos antes o después de la cosecha para proteger el producto contra la deterioración durante el almacenamiento y transporte”.
(FAO. 2002. Código Internacional de Conducta para la Distribución y Utilización de Plaguicidas. ftp://ftp.fao.org/docrep/fao/006/y4544s/y4544s00.pdf).
Aplicación de Plaguicida con Bomba de Espalda
Existen diversos tipos o clasificaciones de plaguicidas, la más común corresponde a una clasificación de acuerdo a la especie diana (a la cual se ataca), en esta clasificación podemos agrupar a los siguientes grupos:
n       Insecticida (Insectos).
n       Acaricida (ácaros). 
n       Nematicida (nemátodos).
n       Molusquicida (moluscos y babosas).
n       Rodenticida (Roedores).
n       Lagomorficidas (Conejos y liebres).
n       Avicida (aves).
n       Fungicidas (hongos).
n       Bactericidas (bacterias).
n       Alguicidas (algas). 
n       Herbicidas (plantas).
Los más utilizados a nivel mundial por la agricultura corresponden a 3 grupos de mayor importancia: Herbicidas, Insecticidas y Fungicidas.

Los plaguicidas, tienen 3 componentes en su formulación (forma en que son comercializados):
·         Ingrediente Activo: Es el o los componentes que realmente tiene el efecto biológico sobre la plaga sobre la cual se está actuando.
·         Disolventes y diluyentes: Actúan como vehículo del ingrediente activo, diluyéndolo y permiten que llegue a de modo oportuno a la plaga.
·         Coadyuvantes: Son aquellos componentes que ayudan a que el ingrediente activo cumpla su función de reducir a la plaga, mejorando a veces la acción del plaguicida.

Desde el punto de vista agronómico y de manejo, los plaguicidas han tenido un aporte sustancial en el aumento de la productividad de los cultivos, evitando las pérdidas asociadas a ataques de plagas y enfermedades, que en muchos casos llevaban a pérdidas parciales o totales de los cultivos, y en el mejor de los pronósticos a una merma en la calidad de los productos. Sin embargo, al ser productos que están destinados a ejercer una acción “de matar” a sus dianas, estos productos no están exentos de riesgos para la salud ni tampoco para el medio ambiente. Al poco andar del uso de estos plaguicidas, se reportaron investigaciones que hablaban de los efectos ambientales de estos compuestos, especialmente relacionados con la fauna silvestre (peces y aves) que eran expuestos a estos plaguicidas o a sus residuos. Desde ese entonces a la actualidad, se han diseñado protocolos de evaluación de las sustancias que componen estos productos y los laboratorios deben hacer estudios muy extensos y costosos para poder colocar una sustancia en el mercado. Estos estudios por su parte tienen la calidad de ser reservados entre el agente evaluador y la empresa que solicita su liberación para uso comercial.
Dentro de las exigencias que se tienen que cumplir para la disposición de un producto comercial, se deben realizar, entre otros estudios, los siguientes:
n       Pruebas y Estudios Toxicológicos (confidenciales).
n       Análisis Cualitativo y Cuantitativo de los I. A. y Comprobación de la Formulación.
n       Análisis Cuantitativo y Cualitativo del Producto (Aditivos, Adyuvantes, Inertes, etc.) y su %.
n       Características Físico químicas del Preparado.
n       Utilización del producto:
        Método de aplicación, incluida la descripción del sistema utilizado
        Dosis de aplicación y, si procede, concentración final del biocida y de la sustancia activa en el sistema en que vaya a usarse el preparado
        Número y ritmo de aplicaciones
        Periodos de espera necesarios para proteger al ser humano.
        Precauciones de aplicación.
n       Estabilidad del producto.
n       Datos referentes a residuos.
n       Incompatibilidad con otros productos.
n       Condiciones de conservación.
n       Tipo de envase y contenido neto.
n       Documentación para el medio ambiente.
n       Ficha de datos de seguridad actualizada.
n       Ficha de datos de seguridad de cada uno de los componentes que forman parte del formulado.
n       Proyecto de etiqueta (dependiendo del uso Ambiental, Doméstico o Ambos).

Una manera de medir o cuantificar la toxicidad (ambiental, riesgo humano) de un plaguicida de manera teórica es a través de una prueba QSAR, a continuación se explica a que corresponde:
QSAR: Proviene de Quantitive Structure Activity Relationships, Método que asume que existe una relación implícita entre la toxicidad de un xenobiótico (ingrediente activo del plaguicida) y sus propiedades físico-químicas. Se basa en establecer relaciones matemáticas simples para describir y luego extrapolar una o varias de esas propiedades a un conjunto de compuestos que usualmente pertenecen a una misma familia química. Las relaciones matemáticas se pueden establecer mediante regresiones multi-lineales o métodos no lineales. Así se puede predecir la actividad de la molécula en relación a sus propiedades fundamentales (estructura, propiedades físicas y químicas).

Una vez establecido un plaguicida y aceptado su uso, se deben respetar ciertos niveles de residuos de plaguicidas, los cuales no deben tener efectos nocivos ni tóxicos en la salud de los consumidores de los productos en los cuales se aplican.
Para entender esto, primero se debe definir lo que es residuo de plaguicida, así no se incurre en errores de concepto para hablar del tema.
Por "Residuo de plaguicida“ se entiende cualquier sustancia especificada presente en los alimentos, productos agrícolas o alimentos para animales como consecuencia del uso de un plaguicida. El término incluye cualquier derivado de un plaguicida, como productos de conversión, metabolitos y productos de reacción, y las impurezas consideradas de importancia toxicológica, se expresa en mg/Kg. (Nota: el término "residuo de plaguicida" incluye tanto los residuos de procedencias desconocidas o inevitables (ambientales), como los derivados de usos conocidos de la sustancia química).
Los residuos de plaguicidas pueden variar según sea su naturaleza y se expresan de la siguiente forma:

n       Residuos de la Sustancia Original: Cuando la sustancia original (ingrediente activo) no se ha metabolizado y de metabolitos derivados son molecularmente próximos a la sustancia original (su riesgo es propio a la toxicidad directa del mismo).

n       Residuos de un Metabolito Concreto: Toda la sustancia activa se ha metabolizado y se extrae una gran cantidad de metabolito derivados de su conversión y poco de materia activa. (vida media corta pero muy tóxicos).

n       Sustancia Original y Metabolitos: La sustancia original no se ha metabolizado completamente y se extrae una gran cantidad de metabolitos y de sustancia original. Se presentan ambos valores.

Estos residuos de plaguicidas, deben ser concordantes a los niveles de residuos permitidos o tolerados para dicho plaguicida en la legislación. Los niveles de concentración de residuos deben estar bajo los niveles establecidos como LMRs (Límite Máximo de Residuos) y LMREs (Límite Máximo de Residuos Extraños), establecidos por ley para cada mercado y para cada producto alimenticio en particular.
Los LMRs corresponden a niveles de concentración de residuos del plaguicida en cuestión y que al estar en la dieta en esas cantidades no tendrían efecto sobre la salud de la población, esto deja en evidencia que para cada país o mercado la norma varía según las características de la población (por ejemplo el peso medio y constitución poblacional de riesgo especialmente niños, adultos mayores, mujeres en periodo de embarazo o lactancia y los no nacidos).

Para establecer los LMRs de los plaguicidas, se siguen 2 caminos complementarios, uno de laboratorio con animales modelos (ratas, conejos, perros u otros) y otro de campo donde se observan los resultados de aplicaciones bajo condiciones de Buenas Prácticas Agrícolas. A continuación se describe brevemente en que consiste cada una:

n       Criterio Toxicológico (laboratorio): Establece toxicidades para humanos y animales, a través de establecer previamente el nivel sin efecto (NOEL, NEL, NOAEL) para los animales modelos (ratas y perros), Este nivel sin efecto corresponde a una exposición contínua al plaguicida donde no se observan efectos a nivel molecular, de metabolismo ni de comportamiento. Luego sobre el Nivel sin Efecto, se usa un factor de seguridad que permite extrapolar los valores desde los animales modelos al ser humano, este factor normalmente es de 100, quiere decir que multiplica 100 veces el umbral de concentración máxima aceptada para aumentar la seguridad frente al producto (el 100 nace de 10 inter-específico y 10 intra-específico), aunque a veces se pueden utilizar valores de hasta 1000 o 10000. Luego este el valor Sin Efecto para Humanos, corresponde  al IDA (Ingesta Diaria Admisible) en mg de residuo/Kg de peso del humano  y luego se determina el Nivel Permisible de residuo para la cosecha, este nivel permisible, usa el IDA y lo multiplica por un valor de peso promedio de la población (la de mayor riesgo niños o ancianos) y por un factor de corrección según la dieta de la población (también la más riesgosa como puede ser de los vegetarianos).

n       Criterio Agronómico: Establece ensayos de Campo, mediante procedimientos de BPAs (calibración de maquinarias, respeto de los periodos de espera tales como la Carencia, etc.) y los valores de residuos de plaguicidas en el producto evaluado deben ser menores a los niveles permisibles determinados por el método anterior, de ser menores, se toma este valor como LMRs, ya que así se evita sobreutilización de plaguicidas o una exposición cercana al valor residual permisible, de lo contrario, si los valores de residuos son mayores al método anterior, los resultados son obviados y se considera sólo el criterio toxicológico, con esto se consigue que se espere más entre el momento de aplicación y la cosecha del producto. Este método tiene como finalidad disminuir en cuanto sea posible el uso de plaguicidas de acuerdo a condiciones óptimas de su aplicación en una agricultura de precisión.

En el caso de no cumplirse el LMR (es decir sobrepasar su valor) es probable dos cosas, la primera que exista riesgo de intoxicación por exposición, esta intoxicación correspondería a Intoxicación Aguda (que es inmediata y cuyos efectos deben ser por lo mismo tratados con mucha velocidad), sin embargo esto sólo es posible si los niveles de residuos son exageradamente altos en relación a lo establecido, la otra opción, es que el consumo a largo plazo de productos que tengan LMR superiores a la norma ejerzan una Intoxicación Crónica, cuyos efectos no son inmediatos sino que a largo plazo, teniendo años para expresarse una afección relacionada, por ello es sumamente importante que se respeten y se fiscalicen los LMRs constantemente. Este tipo de Intoxicación crónica puede ser comparable a la que puedan sufrir quienes manipulan productos plaguicidas y a quienes puedan verse expuestos en zonas donde se utilicen de manera continúa estos tratamientos. De ahí la importancia de la certificación de quienes manipulan plaguicidas y también del acceso comunitario a la información de quienes vivan cerca de zonas agrícolas donde se realizan tratamientos fitosanitarios.
Sin embargo, si los LMR de residuos están dentro de los valores establecidos por ley, se puede asegurar que el consumidor no tendrá un efecto dañino sobre su salud. Hay que recordar que los valores de LMRs son evaluados constantemente y corregidos cuando se tienen indicaciones de algún riesgo mayor, de lo contrario son llevados a revisión para ser eliminados o excluidos de la lista de productos autorizados y se prohíbe su uso.

4 de enero de 2011

De la inquietud al problema.

Para la mayoría es una cuestión importante el tema ambiental, muchos hablan del cambio climático, de la extinción de especies, de la contaminación y así una larga lista....es que es una inquietud para la gran mayoría ver cómo se deteriora el planeta. Sin embargo, y esto es una cuestión netamente de percepción propia, es difícil poder actuar y hacer cambios significativos cuando se pretende abarcar el problema a una escala de trabajo que escapa a nuestras capacidades de acción. En uno de los pocos trabajos realmente motivadores que uno puede encontrarse en la vida, me topé con uno que cambió mi manera de ver el problema. Esto no significa que los problemas mayores dejaron de interesarme, pero entiendo que escapan a mi posibilidad de solucionarlo.
Para ir al punto, trataré un problema que para mi es vital y para ello debo ponerlo en un contexto. Todos los que me conocen bien, saben que vivo en una ciudad ligada a lo rural, donde la economía se basa principalmente en los recursos naturales, especialmente la minería, la agricultura y el turismo. Así, siempre he tenido ese amor naturalmente desarrollado hacia el medio ambiente. Teniendo ya aclarado esto, el problema es el siguiente: la ciudad en la que vivo, por sus actividades económicas, ve expuesto su territorio a constantes  presiones que conllevan a una pérdida sostenida de la calidad de los ecosistemas naturales, pero cómo se puede entender que esto sea un problema, si los cambios ejercidos por el hombre parecen ir siempre asociados a un beneficio siempre mayor....ahí radica el problema (según mi percepción), ya que naturalmente estamos acostumbrados a mirar y a actualizar los beneficios percibidos, lo cual es lógico económicamente hablando....pero, si abrimos un poco el rango de visión probablemente nos encontremos con algo un poco menos agradable. Aquí me dejaré llevar por mi racionalidad más ambiental y lo ligaré con ese trabajo que me hizo cambiar el modo de ver el problema.
El deterioro del ecosistema lo podemos abarcar desde muchas perspectivas, de la cuales yo elegí, la desertificación y la capacidad del ecosistema para recuperarse de la presión del hombre, debo aclarar eso si, que el trabajo ha sido superficial y que debo profundizar en él, pero los datos duros son muy concluyentes.
La desertificación la vamos a entender en términos prácticos como una pérdida de la vegetación y de las relaciones que esta permite que se generen tales como la faunación (y relaciones tróficas) y los ciclos biogeoquímicos (del agua, carbono, nitrógeno, etc), pero también debemos entenderla como un proceso de pérdida del suelo, esa capa superficial de la corteza terrestre que permite de manera diferencial la posibilidad de albergar vida, hacer agricultura, posibilitar asentamientos humanos y así muchas otras actividades. 
Entonces, y con datos preliminares, me senté frente al portátil a hacer cálculos de índices bioclimáticos (luego explicaré para que son útiles), a caracterizar la vegetación y la fauna, pensando siempre en la relación mayor que pueden tener con los problemas de desertificación, que se supone están aumentando y avanzando hacia la zona donde vivo. 
Si me lo preguntan, para mi nunca fue fácil describir mi zona desde un punto de vista ecológico, aún conociendo el clima y sus características (he aquí un gran problema), ahora puedo definir con un grado de certeza el clima, la vegetación y la faunación (he aquí un gran avance), tenía y tengo claros los problemas globales y sus causalidades, pero no tengo capacidad suficiente para ejercer a esa escala, entonces la única vía de escape era trabajar a escala local el problema de la desertificación. Para ello tomé los datos climáticos de Los Andes (de cuya fuente no tengo mucha confianza, por ello una vez de regreso revisaré los resultados para ver si son reales) y me lancé a hacer los diagramas bioclimáticos. Estos famosos diagramas sirven para relacionar el clima de un lugar y su capacidad de producción de biomasa vegetal, en la hipótesis propuesta para este análisis vamos a considerar su uso y análisis para la zona en condiciones tales que se haya perdido la vegetación (sin mencionar las causas que pueden ser diversas: incendios, abandono después de actividades de extracción o agricultura, contaminacion, etc.). Este supuesto de pérdida total o parcial se ajusta al problema de la desertificación mencionado antes, y además a los problemas de erosión, este último básicamente porque en la zona predominan suelos con pendientes moderadas a altas, estarían desprovistos de vegetación y además estarían expuestos a efectos erosivos principalmente hídricos por efecto de las precipitaciones que se concentran en los meses de invierno. 
Una vez tomada esta hipótesis había que relacionarla con el diagrama, que para sorpresa mía no era muy alentador, ya que los valores que generaba eran bajos. 
Para poder hacerlo más gráfico pondré una imagen y en base a ella haremos la discusión. 
                     Diagrama Bioclimático preliminar Los Andes            
(eje x= meses del año con 1= julio, eje y = Unidad bioclimática).
 Serie 1: Íntensidad bioclimática Potencial.        
Serie 2: Íntensidad bioclimática Seco (valor < 0)
              Íntensidad bioclimática Libre (valor > 0)
Ahora, ya con el gráfico podemos hacer la discusión pertinente, para ello, primero debo explicar que significa cada curva, para usar un lenguaje común. 
La intensidad bioclimática potencial (IBP), representa la potencialidad productiva del ecosistema analizado, sin restricciones hídricas, estima la capacidad de crecimiento de la vegetación (biomasa) en un año como productividad potencial.
La intensidad bioclimática seco (IBS), mide la paralización o detención de la actividad vegetativa (crecimiento de las plantas) por efecto de déficit hídrico o sequía. 
La intensidad bioclimática libre (IBL), representa la productividad climática una vez se ha recuperado el efecto de estrés hídrico (viene a ser lo que realmente crece el bosque nativo con ese clima).
Existen otras Intensidades que no se aprecian para este clima y tienen que ver con la Intensidad bioclimática fría (IBF) en donde la productividad se ve paralizada por el frío invernal (7,5° C en promedio), esto es lógico, ya que si se presentara esta condición para el bosque en análisis (esclerófilo y de matorral de Acacia caven), no presentaría crecimiento durante el año, lo que significaría que este tipo de vegetación no existiría en el lugar.
Si bien los datos mostrados son parciales muestran claramente que una vez se pierde la vegetación es muy difícil que esta se recupere de forma natural, y de hacerlo, tomaría mucho tiempo, probablemente décadas o más, por efecto principalmente de la sequía estacional prolongada, que para términos climáticos se define como de 6 o 7 meses, pero para términos bioclimáticos es de 9 meses (este incluye factores de la vegetación y niveles mínimos de precipitación efectiva para activar el crecimiento de las plantas). Ahora para entender los datos obtenidos hay que compararlos con valores que nos den señales de lo que realmente sucede, ya que los datos por si solos no hablan. 
Las UBP deberían moverse entre 4 y 7 para que sea posible desde el ambiente poder generar verdaderos bosques y que son fácilmente recuperables después de actividades que degraden la vegetación , para este caso, el UBP alcanza valores superiores cercanos a 2,8, lo cual es muy bajo para poder esperar verdaderas formaciones vegetacionales de bosque (lo que es una realidad para la zona).
Para valores de UBP entre 2,2 y 4 va aumentando la resistencia del ambiente a la recuperación del bosque degradado, esto es mayor cuando los valores de UBP tienden a cero (se hacen más pequeños). Esta situación ocurre en la zona para el periodo entre mediados de octubre y marzo, lo cual puede dar luces de poder ejercer acciones de recuperación del bosque, sin embargo este periodo esta altamente condicionado por el efecto del UBS (efecto de sequía), lo que supone una alta inversión en recursos hídricos para una zona donde el agua ya es un problema, por lo tanto difícil es poder mejorar la condición para restaurar bosques degradados, a no ser que se pueda acceder a aguas con fines ecológicos del caudal del río pertinente. Sin embargo, y pese a poder realizar una acción de este estilo, no se puede esperar establecer especies de alta calidad de producción de biomasa, ya que sería una actuación poco sustentable en el mediano y largo plazo.
Con valores de UBP menores a 1,5 es difícil que se puedan generar verdaderos bosques o formaciones similares, por lo tanto tienen grandes limitantes y cualquier efecto disruptor generará desertificación irreversible, esta situación se aprecia para la zona entre el periodo comprendido entre fines de abril y mediados de agosto, periodo en el cual se encuentra además la época favorable para el crecimiento de las plantas, lo cual es un indicador que viene a reafirmar que la posibilidad de restauración de los bosque nativos dará como resultado bosques pobres, de mala calidad de producción de biomasa y muy dependientes del periodo de sequía al cual son expuestos durante los siguientes 7 meses del año. 
Ahora que ya se puede entender que cualquier actuación que se ejerza sobre el bosque nativo y lo degrade, bosque que es altamente rico en especies nativas y endémicas (únicamente crecidas en la zona o región, tanto vegetales y animales (aves principalmente)) puede tener efectos muy negativos sobre la posibilidad de recuperación de los mismos a mediano y largo plazo, esto por otra parte conllevará una degradación sustancial del recurso suelo, que puede además haberse visto afectado por las mismas actividades que llevaron a la pérdida de la vegetación, como la extracción minera y las actividades agrícolas. Así se pone de manifiesto que indistintamente una actividad que nos produce satisfacción actual puede conllevar a una desertificación de la zona y afectar las posibilidades de desarrollo futuro, actualmente se ha observado el avance de la frontera del desierto hacia la zona, con el caso particular de Putaendo, sin embargo el problema no es solo local, sino regional y puede en un futuro no muy lejano afectar a regiones más australes (hasta la de Ohiggins).
Si esto ademas se relaciona con problemas globales de cambio climático brusco, la disminución y alteración de los regímenes de precipitaciones, salinización de los suelos entre otros, el panorama se hace aún más negativo y a la vez impredecible. Por ello, es que creo, se deben realizar programas de protección de las formaciones vegetacionales con características especiales, como lo son el bosque esclerófilo y la gran diversidad de especies que este posee, tanto de vegetales, y animales (avifauna y entomofauna). Además se deberían generar planes coherentes de protección a nivel regional más que a nivel local para intentar detener los procesos desertificadores o por lo menos controlarlos.
Así la tarea para cada uno que lea esta reflexión es que ojala piensen bien en la utilización que se hace de los recursos, del nivel de contaminación y desechos que somos capaces de generar a diario, lo mínimo que podemos hacer es generar conciencia de que es un problema de todos y que se debe empezar por casa, yo ya planté una serie de árboles nativos en mi jardín (espero que aún vivan), pero con esto no basta. Ojala cualquiera de ustedes compre un árbol nativo y lo plante en un cerro, en su jardín o en un espacio público donde tenga un poco de agua asegurada, o por lo menos ojala uno intente conocer una especie, sus características y los beneficios que otorga, no se cuida lo que no se conoce. Se pueden hacer iniciativas locales de restauración y plantación con especies nativas, hay varios fondos....sólo falta la acción.
Estos diagramas muestran la integración clima-planta con un factor de corrección ecofisiológico, a mi me dio a pensar que la zona es un desierto en potencia, lo único gatillante de la transformación a tal es la pérdida progresiva y sustancial de la vegetación existente. Si no detenemos ahora esto, mañana será muy tarde. El que quiera más datos o información me la pide.
Gracias por leer.