Hambre en el siglo XXI

En el mundo actual el problema del hambre se debe a una inequidad en la distribución del ingreso. Los países más ricos tienen acceso al alimento a destajo, mientras que los más pobres deben lidiar a diario con el hambre y la subnutrición.

La FAO (Organización para la Alimentación y la Agricultura, sigla en inglés) de la Organización de las Naciones Unidas, es una institución que se ha preocupado en el último tiempo a hacer frente a este problema. La FAO, que se preocupa de la alimentación y la agricultura, ha creado un mapa del hambre donde va monitoreando su evolución en el mundo. Y ha podido determinar que el hambre no se produce por una ineficiente producción de alimentos a nivel global, sino por una falta de criterio, debido a que las economías más poderosas manejan los precios de los alimentos y en ocasiones cuotas de producción . Es así como en países como Estados Unidos, se dejan de cultivar extensas áreas que se dedican a cultivos de cereales como trigo y maíz con el único propósito de mantener los precios en ciertos niveles (fijación de un cartel en el mercado de cereales). Estos precios actualmente privan de alimentos a más de 1020 millones de personas en el mundo, que viven en países donde escasea el agua o donde no hay suficientes recursos o tecnologías, y donde a diario  mueren personas de hambre, siendo los más afectados niños y mujeres (http://www.fao.org/news/story/es/item/20694/icode/).

Mapa del Hambre 2011. Programa Mundial de Alimentos.

La FAO ha propuesto diferentes programas de transferencia tecnológica, para poder permitir a aquellos que sufren de hambre no morir y poder llevar una vida un poco más digna. Ha invertido en programas de biotecnología con el fin de hacer llegar alimentos más ricos en nutrientes, principalmente cereales con altos contenidos proteicos a países en que se sufre hambre. Pero la solución óptima no sólo es subsidiar a esta gente, sino más bien hacer un análisis de la soberanía alimentaria en el mundo, regular el mercado de los alimentos y promover la transferencia desde países ricos a países pobres. 

Hoy hay países como Chile que se han propuesto ser Potencia Alimentaria y Forestal, pero ¿qué significa ser potencia? ¿Significa tener soberanía en la producción de alimentos o ser un títere de aquellos países más ricos, que demandan determinados productos de origen vegetal o animal? ¿Significa transformar la producción local según las pretensiones de aquellos que tienen más poder económico? o ¿Significa suplir de maíz a países que dejaron de producirlo como alimento, para vendernos más adelante biocombustibles?.
Las herramientas tecnológicas para la producción se desarrollaron muy fuertemente en el siglo XIX y en el siglo XX, con grandes revoluciones tecnológicas, con la mecanización, el desarrollo de agroquímicos, el avance en las biotecnologías, etc. 
El desafío global de la nueva era corresponde a trabajar en conjunto para distribuir la riqueza producida, y enfrentar los desafíos que el calentamiento global propone sobre la producción mundial y la soberanía alimentaria de los países.